Cañadón de las buitreras

El Cañadón de las Buitreras forma parte del sistema volcánico al que pertenece la formación llamada Piedra Parada, y su entrada se encuentra a unos centenares de metros de ella.

Salimos desde Mirador Huancache, nuestro alojamiento en Gualjaina 

 
Recorrimos el mismo camino que cuando fuimos a Piedra Parada, lo que nos permitió agregar algunos detalles a lo visto en esa ocasión.

 
Llegamos a Piedra Parada, cruzamos el puente sobre el río Chubut y a unos pocos metros empezamos la caminata por el cañadón.

Ésta es la entrada

De inmediato sentimos la presión de esas enormes paredes de piedra, que parecen talladas con formas misteriosas.

Mirando hacia atrás tenemos una vista inmejorable de la Piedra Parada. Esto se sucede en los primeros metros del ingreso al cañadón


Algunos pasillos estrechos nos muestran hacia los lados más formas fantásticas.


Los altos murallones de piedra volcánica son utilizados por los amantes de la escalada.

Vienen del extranjero a practicar rock climbing o escalada en roca. En este caso vimos a un grupo de brasileros.


El mobiliario en el lugar es algo duro, pero igual sirve para tomarse un descanso y admirar el paisaje desde otra perspectiva.

En esta imagen, casi mimetizado con la roca, un escalador permanece pegado a la roca como si fuera un murciélago.

Detalle de la roca donde se puede apreciar claramente su origen volcánico. Aquí vemos como la roca ígnea, casi líquida y con ampollas de gases en su interior, al irse enfriando y reventando las burbujas dejó estas formas indescriptibles, como cascarones.

Volviendo la vista atrás

Al frente siguen los imponentes paredones, hacia atrás la Piedra Parada nos vigila.

Algunos le llaman "la Virgen", los escaladores le dicen "la Aguja" y es una torre de 200 metros.


Más muestras de ampollas gaseosas reventadas y solidificadas.

Cuevas y grietas por doquier.

Algunas lagartijas mimetizándose en las rocas fueron los únicos seres vivos que vimos en el lugar.

Una caverna con columnas que parecían sostener al techo.

El techo de la caverna con una chimenea que penetraba en la roca hacia las alturas.

¿Castillos, catedrales, fuertes? La imaginación no tiene límites en este sitio.

Entradas negras y profundas como bocas listas a devorarnos.


Impresionantes columnas de piedra.

Pasadizos a lo desconocido.

Tiene también su "torre inclinada".


Inexpugnable castillo de piedra volcánica.

Uno se siente pequeño ante semejantes dimensiones

El agua que se puede encontrar está estancada y es producto de las lluvias.
A diferencia de otros cañones, este se formó por fragmentación de las rocas y no por haber sido horadado por un río.

Paredes talladas, bocas a lo desconocido, y el silencio total.


Parecería como si estuviéramos en los principios del mundo, sin humanos ni animales.


En un recodo nos encontramos con esta rara formación. Le llaman "el guante de boxeador" por su forma.

Si lo observamos bien en esta aproximación, y lo giramos 90º a la izquierda, tenemos una perfecta cabeza de tortuga.

Volvemos entre desfiladeros y paredones


Algunas algas y helechos en aguas estancadas.


Buscando la salida.


El paisaje se repite, pero siempre diferente.

Cambia la luz, el ángulo, la perspectiva.

Consejo para fotógrafos: traer lentes gran angular y teleobjetivos. 


Las dos figuras humanas en el centro de la imagen nos da una idea de las proporciones gigantescas del entorno.

Dejemos volar la imaginación y disfrutemos a la naturaleza y a su obra.










Si miramos con atención veremos a un escalador casi en el centro de la imagen.

 
Y de repente, al doblar un recodo la volvemos a ver. Nuestra excursión está por terminar.

Una última mirada al majestuoso símbolo del lugar, y un íntimo deseo de volver. Esto no se acaba en una visita.

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